Bajo la dirección de Eddie Mora se presenta por vez primera en Cuba la Orquesta Sinfónica Nacional de Costa Rica. La exhibición con sede en el coliseo Tomás Terry de la ciudad de Cienfuegos, abarcó una selección de obras escritas durante casi un siglo.
Se escucharon composiciones de los autores costarricenses Benjamín Gutiérrez y William Porras, tres danzas del cubano Alejandro García Caturla y del ruso Piotr Ilich Chaikovski. Instantes especiales ofreció Jorge Alberto Rodríguez, también oboísta principal de la Orquesta Filarmónica de Costa Rica. En 2013 la Sinfónica estuvo nominada al Grammy Latino con un arreglo del número nueve en re menor de la cuarta Sinfonía de Beethoven.
“Un honor y estamos realmente conmovidos por habernos presentado en la Isla de la música. El público cubano es muy exigente, conocer, por lo que estamos muy complacidos con la acogida. El repertorio lo evaluamos justamente para que incluyera temas latinoamericanos y presentar compositores de nuestro país que representan dos épocas en el desarrolló de la música costarricenses de la segunda mitad del siglo XX”, refirió el director residente Eddie Mora, quien también funge como Decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica.
La Sinfónica del país centroamericano surgió hace 74 años. Contribuyó a que se realizará su primera visita al país la Embajada de Costa Rica en la Isla, el Ministerio de Cultura y Juventud, y el Centro Nacional de la Música costarricenses.
Según destacó el Sr. Hubert Méndez Acosta, Embajador de Costa Rica en Cuba, “se escogió el Teatro Tomás Terry para iniciar la primera gira oficial de la Orquesta a la República de Cuba, por las excelentes condiciones acústicas de este coliseo, la voluntad de la provincia y por el deseo de nuestros músicos de ofrecer también un concierto para los alumnos de la Escuela de Arte Benny Moré. Esta será la única localidad que visitaremos, porque luego regresamos a La Habana para visitar la Escuela Nacional de Arte (ENA) y que se presenten, también en un concierto único, en el Teatro Nacional”.
Con una de las obras más interpretadas del repertorio universal: la sinfonía número cinco en mi menor, opus 64 de Chaikovski, concluyó este concierto único, que sin dudas, iniciará nuevos lazos entre las naciones caribeñas de Cuba y Costa Rica. (Tomado de Perlavisión)
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