
El programa de actividades tuvo su premier con la presentación del grupo Iconoclasta, el cual realizó una especie de pasarela en el Boulevard, parodiando tales eventos en donde reina a veces la banalidad de un mundo donde las cebras pueden llevar trajes.
Los performances conquistaron espacios como la Universidad «Carlos Rafael Rodríguez» donde quedaron plasmadas en sus aceras, como un canto a la paz, las siluetas de las víctimas de Hiroshima, y en una de las farolas a la entrada del Hospital «Doctor Gustavo Aldereguía Lima», permanece un capullo de rosa confeccionado en polietileno y resina el cual simboliza el renacer de la vida.
La delegación de artistas cienfuegueros y canadienses partieron la víspera hacia la Bienal de la Habana, la cual está dedicada a la “Integración y resistencia global”, para exponer una muestra en donde se refleje el conocimiento y la madurez creativa alcanzada durante los últimos años.
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