Cruzada Artística y Literaria: de la montaña al llano

Tras recorrer once comunidades del Macizo de Guamuhaya, en Cienfuegos, este domingo llegó a su fin la séptima edición de la Cruzada Artística y Literaria, organizada cada verano por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la región centro sur de Cuba.

Playa Yaguanabo devino escenario para el adiós, luego de una intensa semana en que más de 25 jóvenes artistas caminaran kilómetros y kilómetros para llevar sus iniciativas a asentamientos como Monforte, Camilo Cienfuegos, San José, Río Chiquito, La Sierrita…; zonas donde habitualmente las personas carecen de una oferta cultural.

Solo la intención basta para ponderar este proyecto que, aun cuando no siempre dispone de los recursos necesarios, persiste en el empeño de compartir el arte con los pobladores de la montaña, en menoscabo de ese etnocentrismo que impide a veces ir más allá de la ciudad.

 

Frank Pérez Aguayo, presidente de la AHS en el territorio, reconoció el éxito de la Cruzada, al cumplir con las expectativas planteadas. «A pesar de no contar con la cantidad de artistas que pretendíamos, con el elenco conformado pudimos desarrollar el programa previsto, con actuaciones para todo tipo de público.

«En cada uno de los lugares tuvimos la acogida de los delegados, de los promotores culturales y de los propios campesinos, lo cual trasluce el vínculo fortalecido entre los líderes de la comunidad  y nuestra brigada».

Este año trascendió el quehacer de la Sociedad Cultural José Martí que, acompañada por la Casa Natal del Apóstol, consumaron un interesante intercambio con los niños sobre la vida y obra del Héroe Nacional cubano.

Similar impronta dejó la participación de la Brigada José Martí, integrada por jóvenes de La Habana, Guantánamo…;  no así de Cienfuegos, un asunto todavía por resolver.  

Mario Lara, especialista de audiovisuales de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), califica de favorable la experiencia vivida durante el trayecto de la AHS por parajes intrincados de la serranía cienfueguera. «Es la primera vez que vengo. Con anterioridad el trabajo audiovisual se limitaba al quehacer de los realizadores locales, pero en esta ocasión abrimos el espectro para difundir también la obra de creadores nacionales. Le proyectamos a la gente un grupo de películas y animados que estaban casi extintos.

«Incluso, a raíz de la positiva respuesta de los espectadores, ya pensamos en construir un audiovisual para los niños que se derive de la misma Cruzada. Prevemos que sea un seriado, en función de recrear parte de la ruta dentro del material de ficción».

Ganar en convocatoria constituye la principal motivación de la AHS sureña para el próximo año, edición en la que esperan llegar con su tropa de artistas a los asentamientos ubicados en torno a El Nicho (La Gruta, Aguacate…) y, si es posible, escalar el Pico San Juan, máxima elevación de la región central del país.

Por ahora, Abel Puente Cotilla, instructor de arte, se siente satisfecho por su labor durante el largo recorrido. «Le enseñé a los muchachos y adultos cómo realizar flores de papel, diferentes a las que se acostumbran a ver. Y ha sido algo bonito, porque a veces las personas tienen miedo de no lograr el resultado que buscan. Sin embargo, cuando hago la demostración, ellos mismos empiezan a crear cosas nuevas y  resulta grandiosa la imaginación que despliegan».

En tal magnitud se percibe el impacto real del trabajo comunitario, un esfuerzo que esconde las noches de sueño en el portal de una casa o en las afueras  de un establecimiento comercial. Pero eso no importa. Su relevancia es mínima ante hecho de sumar a montañeses a la Cruzada Artística y Literaria, guajiros que la siguen de regreso al llano.

(Tomado de Cinco de Septiembre)

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