El Mayor en la memoria de la nación

A 147 años de la partida física de uno de los más sobresalientes hijos del Camagüey, Ignacio Agramonte sigue en la memoria de quienes habitan la Isla por la que entregó su vida. Despojado de bienestares y comodidades familiares, el inquieto camagüeyano emprendió los avatares de una lucha constante por la libertad de su patria. Devenido Mayor General del Ejército Libertador cubano conocido como “El Mayor”, fue él uno de los fundadores de la Junta Revolucionaria de esta región. Su pensamiento claro y firme y su actitud independentista lo llevaron a participar en las labores conspirativas que condujeron al alzamiento de los camagüeyanos el 4 de noviembre de 1868, incorporándose a la Guerra de los Diez Años.

La trascendencia de su obra y huella dejada en las páginas de la Historia de Cuba, motivaron la inspiración de Silvio Rodríguez en ocasión del centenario de muerte, de un tema musical en homenaje a su memoria. Fue la plaza San Juan de Dios de la ciudad de Camagüey, el sitio testigo de la primera interpretación de Silvio del tema “El Mayor” hace ya 47 años en homenaje a la memoria del relevante camagüeyano.

El tema “El Mayor” ha devenido himno para los camagüeyanos, para quienes habitan la tierra que vio nacer uno de los más sobresalientes de nuestra historia: Ignacio Agramonte. Acercarnos a esa canción que inspiró a Silvio, nos posibilita disfrutarla más, escucharla una y otra vez desde el corazón y la sensibilidad.

Cuando se cumplían 40 años del estreno de la canción, interrogantes de cómo había sido aquel acto de estreno de la canción en Camagüey, llegaban al blog “Segunda Cita” del cantautor, de manos del periodista Rafael Cruz Ramos, en busca de una respuesta de la destacada figura de la trova cubana. Rememorar aquellas palabras de Silvio en respuesta a las preguntas, motiva una vez más a volver sobre su composición, hoy cuando se compren 47 años de su estreno.

A la pregunta de Rafael Cruz Ramos acerca de cómo esa canción es un himno para los camagüeyanos (también para los cubanos), y ¿Cómo recordaba ese momento?, respondió Silvio:

“Fue algo insólito que en un acto donde hablara Fidel se cantara. En 1973 eso no era común. Mucho más insólito que el que lo hiciera fuera un trovador políticamente no muy bien visto, como lo era yo. Eso debe haber pasado porque la canción me la pidió Giraldo Mazola, que por entonces era funcionario del Partido Provincial de Camagüey. Cuando le entregué la canción a Mazola, él debe haber pedido permiso para que se estrenara en el acto y evidentemente se lo dieron. El 9 de mayo me comunicaron que la íbamos a tocar allí. Así que todo el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC subimos no a un tren, sino a un avión camino a Camagüey. Fue una experiencia inolvidable. Había una solemnidad espesa en la Plaza San Juan de Dios.”

“Una semana después, vi a Armando Hart en su casa (yo iba allí a ver a Haydee Santamaría) y me recitó mi canción, que había salido publicada en el periódico Granma. Pero eso no es todo: me dijo que Fidel también se la sabía. Para mí fue un atisbo de que quizá las cosas empezarían a mejorar respecto a mi generación de trovadores. Y al parecer fue así, porque al año siguiente la UJC propuso en Manzanillo que se institucionalizara el movimiento”

Otras interrogantes como ¿cuál fue la génesis de ese texto, de la melodía? venían a la mente de Rafael Cruz Ramos, a las que Silvio respondió:

“La génesis fue la lectura de varias biografías de Agramonte, si mal no recuerdo una de Ana Núñez Machín, e incluso “Historia de la guerra de los diez años” de Ramiro Guerra, que también leí, buscando profundizar en la figura de Agramonte. Llegó un momento en que tenía tanta información que era incapaz de decir nada. Tuve que esperar a que se me ocurriera esa melodía, y a partir de ahí fui sacando poquito a poco las ideas”

¿40 años después, sigues pensando en el Mayor cabalgando por las llanuras de los tiempos y los desafíos, de las distancias para los amores como el de Amalia?, preguntaba el entrevistador en buscando adentrarse aún más en las motivaciones de ese tema para Silvio Rodríguez.

“El Mayor es una de las más bellas figuras de nuestra Historia. Un personaje cuya corta vida dejó un rastro de patriotismo y sacrificio ejemplares. Pudiera verse como un clásico héroe romántico, con el peso de que su ejemplo fue completamente cierto”.

La imagen de “El Mayor” ha seguido siendo inspiración para varios cubanos y en especial de nuestros artistas. Un ejemplo de ello es la realización de una película del recién fallecido cineasta Rigoberto López a la memoria de su trascendencia y su vida y obra. El filme que recientemente se rodó en la tierra natal del insigne camagüeyano es una forma más de acercarnos y conocer desde otra arista, acerca de la vida de este hombre que ofreció su vida por la libertad de todos. A 147 años de su partida, los cubanos lo rememoran por su entrega y alcance de su labor independentista.  


 

   
(Tomado de Cubarte)

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