Que la persona designada para dirigir el Ministerio de Educación en los albores del triunfo revolucionario de 1959, y la que asumiría el Ministerio de Cultura —durante 21 años y desde su fundación— fuera Armando Hart Dávalos no es pura coincidencia. Tampoco, que después de encabezar durante casi 30 años tamañas proezas directivas, el liderazgo de esta recta y carismática personalidad se enrumbara, hasta nuestros días, a presidir la Oficina del Programa Martiano y la Sociedad Cultural José Martí.
Solo haber vivido la efervescencia de esos primeros años, con cada minuto de sus días, o volcarse en los textos escritos por los propios protagonistas, a razón de entender la complejidad del momento histórico, podría devolvernos una idea cabal de la tarea encomendada a este político e intelectual —Doctor en Derecho, por la Universidad de La Habana— nacido en 1930, y uno de los actores de la lucha revolucionaria por la libertad de la Patria.
Encargado de conducir el gabinete que pondría en marcha las cruciales transformaciones en el campo de la educación y la cultura, empezando por la Campaña de Alfabetización—que limpió de iletrados la Isla, en brevísimo tiempo—, Hart ha seguido estando a la vanguardia de los proyectos en aras del desarrollo cultural del pueblo, enarbolados por las humanísimas políticas formativas de la Revolución. De este modo ha sido pionero en la salvaguardia de nuestros más autóctonos valores y para ello ha defendido, con su palabra sugestiva, disímiles espacios destinados a las más variadas manifestaciones artísticas, en franco diálogo con las del entorno latinoamericano y universal.
Cuando se le dijo que la 26 Feria Internacional del Libro le estaría dedicada, apenas lo pudo creer, y no con la falsa modestia que algunos expresan no merecer determinado premio, sino con la convicción de que otros podrían estar con más justicia en su lugar, dijo que no era escritor, «solo tengo mi papelería».
¡Vaya simple conjunto de papeles! que tuvo su génesis en las publicaciones de sus propias alocuciones frente a los trabajadores que dirigía y a los que debía encauzar su palabra recta y orientadora. Tan lúcidas eran que pasaron entonces de la versión taquigráfica al folleto que todos estudiarían y usarían como guía educativa y política tras haberlas emitido el cultísimo líder que era ya Hart.
Obviamente mucho más que esos enjundiosos primeros apuntes es la obra de Hart, a quien se le deben valiosos ensayos en torno al pensamiento de José Agustín y Caballero, José de la Luz y Caballero, Félix Varela, José Antonio Saco, Carlos Manuel de Céspedes, Antonio Maceo, Ignacio Agramonte, Máximo Gómez y José Martí… sin contar las referencias a personalidades y proezas de sus contemporáneos, donde entran pasajes fundamentales de la Revolución Cubana.
«Soy un político y un hablador aunque, desde luego, también escribo y lo he hecho desde cada coyuntura histórica que me ha tocado vivir para defender mi patria», dice. A alimentar una profunda sensibilidad para comprender la importancia de las relaciones interpersonales contribuyó su hogar, desde donde entonces soñaba que debía trabajar para transformar la realidad sobre la base de la ética y la justicia.
Sentirse en extremo honrado al haber podido dedicar su vida al trabajo con las ideas, y entenderlas «al modo revolucionario», orientado por la tradición de esos dos cubanos de talla mundial que son José Martí y Fidel, son cartas que definen a este hombre que siempre supo el rumbo íntegro que daría a su vida: «Desde que tuve uso de razón me interesó la política; elegí la carrera de Derecho, porque pensaba que así podría encauzar mi vocación de lucha por la justicia. En mi formación como revolucionario está la huella indeleble de mis padres. Ellos fueron seres humanos solidarios, que nos enseñaron desde el hogar el amor, el escrúpulo y la ética».
«Mi madre poseía una inmensa generosidad, y a ella debo los ejemplos de solidaridad humana con que siempre he aspirado a actuar en la vida. Cuando trato de encontrar el momento en que nació en mí esa sensibilidad jurídica, el recuerdo se me pierde en la infancia porque la viví intensamente. Después pude aprender que la justicia era, al decir de Luz y Caballero, el sol del mundo moral. Mi padre se hizo revolucionario porque era un hombre de Derecho y de Ética; y nosotros intentamos siempre seguir el camino que él nos enseñó».
—Las encomiendas que se le han designado se han propuesto, primero devolver, y después nutrir y fortalecer, la dignidad del hombre por medio del saber. Para ello la lectura y los libros son armas permanentes ¿Qué significación tienen estos referentes en la vida de Armando Hart?
—Tienen referencia y vigencia plenas, porque fíjate que yo he afirmado que la educación y la cultura están en todo, porque donde ellas no están está el camino a la barbarie.
—¿Cuáles libros de la literatura universal prefiere? ¿Qué lecturas considera esenciales para que el cubano actual conserve las glorias conquistadas por la Revolución?
—Aunque también he sido un apasionado de los deportes, específicamente, nadar, montar bicicleta, jugar al tenis de mesa y al béisbol, y me fascina la radio y seguir la prensa, la lectura ha sido y es mi principal distracción. Estudié siempre en la vasta biblioteca de mi padre, cuyo acervo contenía diversas temáticas literarias; sin embargo, me inclinaba particularmente hacia los textos de la Historia de Cuba, la Revolución Francesa, los Enciclopedistas, la Ilustración y Napoleón. También buscaba todo lo relacionado con Filosofía, Sociología, Educación Moral y Cívica… Pero desde la primera etapa escolar Martí apareció para ya nunca más abandonarme, y con él mi vocación latinoamericana y revolucionaria. Hoy es imprescindible leer toda la obra de Martí, Fidel y el Che.
Una luz inextinguible ha iluminado la vida de este hombre sencillo y querido por un pueblo que ve en él la coherencia entre el decir y el hacer y al que le ha dedicado sus más nobles desvelos: el Héroe Nacional de Cuba. «De todo lo que de él he aprendido lo que más le agradezco a Martí es su ejemplo».
Permanente lector del Maestro tiene bien aprehendida esa máxima suya de que «la salvación está en crear» porque esa «es la palabra de pase de esta generación». Por eso apuesta por los jóvenes, capaces de ponerse «la camisa al codo» y hundir las manos en la masa para levantarla «con la levadura de su sudor». Si aquel que tanto los ha tomado en cuenta tuviera que hacerles hoy una petición en extremo precisa les pediría «que no traicionen jamás la gloria que se ha vivido».
LA OBRA DE ARMANDO HART EN LA FERIA
En 16 tomos que integran la colección Cuba, una cultura de liberación, selección de escritos del Dr. Armando Hart Dávalos 1952-2016, ha quedado organizada para su futura publicación la obra completa del relevante intelectual en la que se contemplan las diversas líneas temáticas que recogen sus textos. El ambicioso proyecto, si se tiene en cuenta que los tomos no están necesariamente restringidos a un volumen, ha sido asumido por varias casas editoriales cubanas. De ellos verán la luz en esta oportunidad los seis tomos siguientes. Las fechas que ofrecemos son las que han sido previstas para sus respectivas presentaciones.
– Tomo 2. Cuando me hice fidelista (Editorial Verde Olivo), 11:00 a.m., miércoles 15 de febrero en el Memorial José Martí.
– Tomo 4. Pasión por Cuba. Antología de escritos sobre la educación.Volumen 1 (1959-1960) (Editorial Pueblo y Educación). Viernes 17 de febrero, 11:00 a.m., en el Memorial José Martí.
– Tomo 7: Cuba va. Diálogo de generaciones. Volumen 1 (1959-1964). (Editorial Abril). Este texto será presentado más adelante, en Santiago de Cuba.
– Tomo 9: Fe, trazos en mi memoria. (Editorial Pablo). Lunes 13 de febrero, 11:30 a.m., en el Memorial José Martí, después de la inauguración, a las 11:00 a.m. expo fotográfica sobre Armando Hart, con curaduría de Roberto Chile.
– Tomo 10: La Utopía Libertaria en nuestra América. (Editorial Nuevo Milenio). Jueves 16 de febrero, 11:00 p.m. en el Memorial José Martí.
– Tomo 16: Armando Hart: una vida, un sueño. Volumen I. Historieta por Enrique A. Lacoste Prince. (Editorial Abril), sábado 18 de febrero, 11:00 a.m., en el Pabellón Cuba.
También se ha confeccionado la Multimedia interactiva y educativa de la vida y la obra del Dr. Hart, del Centro de Estudios Martianos, CEM, que se presentará el 10 de febrero a las 11:00 a.m., en el propio Centro.
Otros momentos medulares que honran al destacado pensador son una mesa panel, titulada Ecos de la voz de Armando Hart en México, prevista para el viernes 10 de febrero, a las 11:30 a.m. en el CEM; el Panel que le dedica la Feria, el martes 14 de febrero, a las 11 de la mañana, en la Casa de las Américas y el dedicado a la obra martiana de Armando Hart, en el Salón Bolívar del CEM, el jueves 16 de febrero a las 3:00 p.m.
(Tomado de Granma)
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