El XXXVII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano finaliza hoy en Cuba con la entrega de los deseados corales durante una ceremonia en el emblemático cine Charles Chaplin de la capital.
Dirigida por el cineasta chileno Patricio Guzmán, la cinta El botón de nácar sellará el encuentro fílmico en el cual compitieron 23 largometrajes de ficción, 22 medio y cortometrajes, 21 óperas primas, 36 documentales, 33 animados, 24 guiones inéditos e igual número de carteles.
Con libreto del propio Guzmán, el documental conquistó el premio al Mejor Guion en el Festival de Cine de Berlín 2015 mediante un cuidadoso retrato del océano como albacea de la historia de la humanidad.
Inaugurado el pasado 3 de diciembre, el evento cinematográfico más importante de Cuba presentó 444 producciones, de las cuales 341 fueron latinoamericanas.
Durante 10 días, el certamen ofreció una amplia muestra de cine contemporáneo proveniente del resto del mundo y realizó encuentros con realizadores así como seminarios sobre diversos temas de interés cultural.
Entre las películas más aplaudidas por los espectadores sobresalen la argentina El Clan, de Pablo Trapero, y la chilena El Club, de Pablo Larraín, sin embargo, habrá que esperar por el veredicto del jurado para conocer el destino de los corales.
Como parte del evento instaurado en 1979, el Instituto Superior de Arte de Cuba entregó el título de Doctor Honoris Causa al cineasta chileno Miguel Littin, reconocido internacionalmente por las películas Actas de Marusia y El Chacal de Nahueltoro.
Otro de los agasajados en el festival fue el realizador brasileño Ruy Guerra con el Coral de Honor en reconocimiento a su destacada trayectoria fílmica, en la cual destacan las cintas Eréndira y El veneno de la madrugada.
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