A las muchas deudas de amor que nuestra ciudad contrajo con Pedro y Roberto Novo, ahora incluye la ofrenda regalada por los incansables hermanos de pensar, gestar y coronar con éxito un empeño de tanta dimensión artística y ética como el Concurso Infantil de Interpretación de Canciones de la Trova Cubana. Desarrollado a través de todos los fines de semana veraniegos en su Peña La trova de guardia (Jardines de la UNEAC, domingos, 11:00 a.m.), el certamen finalizó -como lo anunciamos en esta página cultural a su mismo inicio-, el 23 de agosto, con la entrega del Gran Premio a Marcos Leonel Valdés Basoa, según el veredicto del jurado presidido por Mandy Álvarez e integrado además por otras personalidades de la Cultura.
El pequeño Marquitos, alumno de la especialidad de Violín en la Escuela de Arte Benny Moré, interpretó en la ronda final del evento competitivo el tema El reparador de sueños, de Silvio Rodríguez. Él mereció una hermosa guitarra reservada para quien alcanzara el puesto cimero. El segundo lugar recayó en Israel Alejandro Cárdenas. José Carlos Serize Portela mereció el tercer puesto y el cuarto se lo granjeó Rocío Monzón Piobet. Ernesto Serize fue el ganador del concurso de artes plásticas, merced a pieza cuya ejecución técnica resultó elogiada por la crítica de arte Celia Joya. La Sociedad Cultural José Martí entregó un reconocimiento a Marquitos y otro al Kíkiri de Cisneros; a este último en virtud de su contribución al Concurso, al realizar las décimas de presentación de todos los participantes.
Los Novo, padres intelectuales y organizadores del relevante episodio cultural del verano 2015, agradecieron, entre otros, a Artex, el Fondo de Bienes Culturales, Palmares, diversos artistas plásticos e instituciones culturales, medios de prensa, a los omnipresentes niños artistas de la Compañía Infantil Abrakadabra y a todos quienes de una u otra forma respaldaron la encomiable acción en procura de salvaguardar los más hondos valores de la autoctonía musical patria y en específico el inmarcesible venero de la trova.
El I Concurso Infantil de Interpretación de Canciones de la Trova Cubana representó un suceso exitoso desde todos los puntos de vista posibles pues, amén de reflotar -por voz de los pequeños- dentro de la circulación sonora a clásicos inmortales aunque esquinados por los medios, dio a conocer a otras nuevas semillas (escondidas o no tantos) en ese hervidero de talento musical que es nuestro país y de forma particular Cienfuegos.
Pedro y Roberto han demostrado a agoreros, fukuyamistas musicales y signatarios de falsas defunciones que la Trova está viva, enérgica, lista a ser analizada, gozada e interpretada por las generaciones emergentes; sin que por ello sean sus cultores niños raros ni desconectados de las modas y modismos. También han corroborado los dos miembros eméritos de la UNEAC que mucho depende, para cambiar el curso de las cosas, de la iniciativa de personalidades decididas a enarbolar y defender sus criterios vindicadores y reivindicadores.
Durante la Peña La trova de guardia, epicentro del grato proyecto, Roberto recordó el aniversario 60 de Pedro, acaecido el 21 de agosto. Modelo de creador comprometido, de seriedad y consecuencia, de estabilidad y ética, el fundador del Movimiento de la Nueva Trova y mayor de los Novo constituye uno de nuestros nombres insignes de la Cultura, como igual lo es su hermano.
A sus jubilosos 60, Pedro merece también aquí una fortísima felicitación, de parte del equipo de periodistas y directivos de 5 de Septiembre, quienes de seguro hablan por voz de un pueblo que como nosotros lo respeta y quiere.
(Tomado de Cinco de Septiembre)
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