Portador de una visión histórica inusual, llena de vivencias, contada a manera de testimonio y alejada de los dogmatismos, Manuel Orestes Nieto trasciende en el panorama de la literatura latinoamericana, pues su obra desborda las fronteras de Panamá, país donde nació.
Tan solo ese motivo hace excepcional la oportunidad de escuchar a una de las voces poéticas más sobresalientes del continente, sobre todo por su apego al palpitar político de la región. De paso en Cienfuegos, como parte del jurado del Premio Casa de Las Américas 2015, accedió a dialogar con periodistas de los medios de prensa en la provincia.
En la salita del periódico CINCO de Septiembre ocurrió el intercambio, una charla de poco más de dos horas. Despojado de esa diplomacia que en muchas ocasiones suele desnaturalizar el discurso, el invitado repasó su oficio de escritor, trajo en el verbo el pasado y presente del Canal de Panamá, y nos invitó a comprender el difícil ahora de su Patria.
«No soy un panameño puro. Mi padre nació en Cuba. Viajó a Panamá durante la Segunda Guerra Mundial. Vivió en la antigua región de Camagüey, en el poblado de Majagua. Su concepción política me llevó a trabajar con Omar Torrijos, hasta ser embajador aquí durante cinco años. Esta experiencia me dio la posibilidad de entretejer intimidades: personales, literarias… De hecho, entre los 100 libros que guardo para mí, figuran los 27 tomos de las Obras Completas de José Martí.
«He dedicado ya casi medio siglo a la literatura. Me gané el Premio Nacional con apenas 21 años y, en 1975, conseguí el Premio Casa. Hice mi vida cabalgando en varias situaciones a la vez, en una lucha muy seria ante la presencia colonial norteamericana. Y aunque mis antecesores generacionales escribieron al respecto, el lenguaje estaba agotado. Por eso me propuse ser testigo de la realidad».
Aun cuando su vocación pisa firme en la poesía, casi siempre en un tono testimonial que nos descubre el devenir de la nación centroamericana, tampoco puede ignorarse esa cercanía al periodismo cubano, tangible en colaboraciones con la revista Bohemia y la agencia de noticias Prensa Latina.
El verso, no obstante, lo cautiva, al punto de llenar su cabeza de preocupaciones, temores…»A veces tengo la impresión de que el tema se agotó, que la guitarra apagó».
Quizás por ello no pierde tiempo, ni un minuto. Lo invierte todo en la literatura o en el análisis de las circunstancias políticas y socioeconómicas de Panamá, uno de los Estados de mayores índices de desarrollo en la región.
«El 30 por ciento del comercio mundial utiliza barcos que no pueden entrar al Canal. De ahí las proyecciones de ampliación y modernización de esta obra, con la cual aspiramos a ganar, en 2022, cerca de 5 mil millones de dólares al año.
«Tal es la expectativa que tenemos. Sin embargo, la construcción por parte de los chinos de un canal mucho mayor en Nicaragua, abre la competencia, si bien hasta el momento se trata solo de un proyecto virtual. Ya veremos…».
Comprometido con las ideas revolucionarias y precursor del pensamiento de Omar Torrijos, no deja de indignarse ante la corrupta gestión de la derecha que actualmente gobierna el país, enrolada en el desfalco de millones de dólares a costa de la educación, la salud y otros programas de asistencia pública.
«Aunque nosotros hemos podido dominar el daño social, nos queda terminar de construir una sociedad democrática, con oportunidades para todos en materia de derechos», precisó Manuel Orestes Nieto, un poeta de palabra cortante, asentada en la verdad de lo que cree. Nunca vidriada.(Tomado de 5 de septiembre)
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