Montado en carriola con varillas de coco

Hay seres que poseen un talento innato que les permite ser multifacéticos. Hay humanos que tienen el don de alegrarles la vida a otros, de hacerlos soñar junto a sus travesuras y versos. Hay hombres como Miguel Pérez Valdés, que inexplicablemente crecen y siguen pequeños más allá de su estatura porque “soy el Payaso Panetela, la estatua viviente que encarna a Samuel Feijóo, el narrador oral para infantes y adultos. Es mi forma de ser que brota en desde una simple comunicación con cualquier persona. Esto hace que el niño Miguel no muera, siga vivo en todos los rincones que estoy”.

Y de eso no se puede tener la menor duda. Este hombre encarna al mago moderno que por sombrero lleva mochila. Al rodar el zipper, brota la carcajada del payaso, la silueta de un personaje, la recién reconocida obra “El Príncipe de Papel” donde las ilustraciones incitan la lectura. Bien lo sabe este artista que también es autor de las imágenes de varios textos.

 

“Pienso que las ilustraciones enriquecen. Por ello, “El Príncipe de papel” no solo regala a los más pequeños poesías, también les permite dibujar con los colores que quieran.”

Historia sugerente inspiró este libro. La familia devino musa. La recurrente manía de ideas imprevistas propició la conformación de textos pintorescos, que roban sonrisas. Confiesa Miguel que comenzó agrupar anécdotas de su infancia. Sin embargo, aclara que destaca la imagen de una tía abuela.

“Ella siempre tenía los bolsillos llenos de papeles. También está el niño que desde pequeño se interesó por el arte y el ser que ya crecido escribe en las páginas de sus propios libros, en las papeletas, en cualquier recorte de papel para no perder la idea.

Así de dinámico es este payaso, ilustrador y escritor que sin pensarlo intercala en cualquier conversación unos versos porque “es un disfrutar de la literatura y de este momento que estamos viviendo”. Quizás por ello expresa que “abuelo anda loco/armó una carriola con varillas de coco/ que soy ligero y que poco a poco/ me monto en ella/ pero ni loco.

Asombra la naturalidad de este ser multifacético. Miguel Pérez Valdés esparce alegría montado en carriola con varillas de coco.(Tomado de RCM)

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