Para que el Congreso no sea letra muerta

De muy fructífera calificó Alpidio Alonso, ministro de Cultura, la jornada de este sábado, en ocasión de celebrar la Uneac su primer Consejo Nacional, después de la celebración del IX Congreso de la organización.

En la cita de los intelectuales y artistas se encontraban además Roberto Montesinos, vicejefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido; Luis Morlote, presidente de la Uneac; Miguel Barnet, presidente de Honor de la Uneac; Abel Prieto Jiménez, presidente de la Casa de las Américas; Rafael González Muñoz, presidente de la AHS y Ricardo Ronquillo, presidente de la Upec, entre otros directivos de las instituciones culturales. 

La primera sesión de trabajo, en la que se reunieron los miembros del Consejo Nacional de la Uneac en sus respectivas comisiones –de Escritores, de Músicos, de Creadores del Cine, la Radio y la Televisión, de Artistas Escénicos y de Artistas de la Plástica– resultó el primer punto de la agenda en aras de  sostener un intercambio con representantes de las instituciones culturales sobre la marcha del cumplimiento de los acuerdos y planteamientos del IX Congreso de la Uneac. 

Momentos antes de ofrecerse en Plenaria por parte de su presidente el informe de la Uneac al Consejo Nacional, tuvo lugar un homenaje a José Martí, a pocos días de celebrarse el 167 aniversario de su natalicio; para ello, a las palabras pronunciadas en honor del Maestro, se unieron las voces de Corina Mestre y Eduardo Sosa, con la interpretación de los versos sencillos XLVI. 

También fueron recordados el poeta Roberto Fernández Retamar y la Prima Bellerina Assoluta Alicia Alonso, fallecidos en 2019, aunque, como se explicitó en el cálido miramiento, de ellos siempre se  podrá  hablar en presente. 

En palabras de Morlote, con el pleno se analiza la labor de los seis meses transcurridos desde las sesiones finales del Congreso, donde se registran ya resultados, «con  el deseo y la voluntad de hacer mucho más, sobre todo de mirarnos por dentro a fin de conocer nuestras insuficiencias y carencias, y hallar el modo efectivo de superarlas».

Para vencer esas fuerzas empeñadas en borrar la nación cubana, provenientes de las políticas asfixiantes de los Estados Unidos, es preciso aportar, dijo. Las incidencias sobre los propósitos de la Uneac se concretan con limitaciones de recursos los cuales «nos ha obligado a organizarnos mejor y ser más creativos». 

El documento refirió que los órganos de gobierno le están dando permanente seguimiento a los más de 500 acuerdos y planteamientos derivados del proceso del IX Congreso y aludió a que el Presidente ha sostenido dos provechosos encuentros los directivos de la Uneac, uno dedicado a la aplicación de los principios de la política cultural de la Revolución en las instituciones y al funcionamiento y responsabilidad de estas como promotoras de la obra artística y literaria, mientras que la otra,  a la necesidad de transitar del diagnóstico de los problemas a la concreción de acciones que repercutan en el salto de calidad de la programación de la radio y la televisión. 

En un aparte, Morlote afirmó que la organización ha contribuido al proceso de perfeccionamiento del Ministerio de Cultura y sus instituciones, como también en tareas relacionadas con la implementación de los Lineamientos Económicos y Sociales aprobados por el Partido y los programas de Gobierno y precisó que la Uneac y la Comisión José Antonio Aponte fueron incluidas en el Grupo Gubernamental del Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación, que preside Díaz-Canel.  

Recordando las palabras del Presidente, cuando en una de sus intervenciones indicara la necesidad de fortalecer «en nuestra gente la espiritualidad, el civismo, la decencia, la solidaridad, la disciplina social y el sentido del servicio público», porque «ningún progreso sería duradero si el cuerpo social se descompone moralmente»,  Morlote refirió que «desde la creación artística y literaria es mucho lo que podemos ofrecer para fortalecer el cuerpo social de la nación», en tanto contamos con figuras paradigmáticas como José Martí y  Fidel. 

La ocasión fue propicia para que fueran presentadas por Martha Bonet, vicepresidenta primera de la Uneac, las 11 comisiones permanentes para el trabajo cultural de la organización. Después de que los Presidentes de las respectivas asociaciones compartieran al Consejo Nacional los resultados del trabajo en comisiones, se efectuó el debate donde puntuales inquietudes de los participantes. 

Entre muchas otras, se solicitó buscar una solución pragmática para la aprobación del arte público, cuando puede demorar más de un año el permiso que lo acredita, además de la exigencia de que en lo que  se apruebe esté presente el arte cubano. Trascendió también que el turismo tiene que mostrar la cultura cubana, pues no se «hace» una cultura para el turismo; y que es preciso revertir el irrespeto hacia los lugares públicos que son bienes colectivos, así como cultivar el sentido de pertenencia por esos espacios que se destruyen muchas veces a la vista de todos. 

Se habló de la necesidad de crear un espacio para la crítica en un programa televisivo de la Uneac, de que los programas de estudio de los estudiantes de arte contemplen lo cubano y de «poner la lupa» en cómo enseñamos lo cubano y pensamos desde la academia el modo de trabajar la cercanía con lo nacional.  

Otro de los asuntos referidos es el de la contaminación sonora de seudomúsica, a la que hay que ponerle fin de una vez, y se coincidió en que en todas las manifestaciones juntas hay que pensar como país y pensar en la cultura cubana, mantener un presupuesto del gusto estético y defender la «limpieza» del trabajo de las comisiones permanentes en cuyas decisiones no pueden primar compromisos ni afectos personales. 

«Me parece muy importante el seguimiento que se ha hecho de lo acordado en el congreso, esta permanente evaluación de los procesos es la riqueza de la vida cultural y tenemos que continuar. Como dijo Díaz Canel, no podemos dejar morir el congreso,  lo que significa que en cada problema que surja estemos planteando propuestas», expresó Alpidio Alonso en los minutos finales del Pleno. 

Montesinos, a modo de conclusión, sostuvo que la Uneac no es una organización más de la cultura, sino una que está llamada a aportar un pensamiento, y a hacer, como explicaba Fidel,  que de la realidad surjan las tareas.   

La Uneac homenajeó con una obra de Eduardo Abela a Miguel Barnet, su presidente de honor, quien el próximo 28 de enero cumple 80 años. Al abandonar los presentes la sala de reunión estamparon su firma en un cuadro con el rostro de José Martí. 

Foto: José Manuel Correa

Foto: José Manuel Correa
Foto: José Manuel Correa

(Tomado de Granma)

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