Teatro de Broadway por cubanos deja de ser una ficción

A veces la vida parece ficción, lo deja claro Rent, la primera producción musical realizada en Cuba en colaboración con un equipo de Broadway, y estrenada la víspera por jóvenes artistas del país caribeño.

Hace poco tiempo nadie imaginaba en la cartelera de un teatro cubano una puesta íntegra de Broadway, y mucho menos interpretada por músicos y actores de la isla, ya esa idea abandonó la ficción para convertirse en una realidad de disfrute para los admiradores de ese género teatral.

La principal sala del Centro Cultural Bertolt Brecht parece ajustarse perfecta a la escenografía de la obra ganadora del Pulitzer y cuatro premios Tony, pero una parte el juvenil elenco deberá compenetrarse más con sus personajes para que desaparezcan ciertos desniveles y Rent cobre mayor fuerza.

 

En esta pieza no hay uno o dos actores principales, sino muchos protagonistas de personalidades diversas y con hondos problemas personales, de modo que se hace necesario un acople de coro, logrado solo en algunas escenas como La Vie Boheme.

Como todo musical, impone el reto de actuar, bailar y cantar, apenas hay diálogo y las excelentes canciones fueron traducidas al idioma español, por lo que las frases no siempre completan una estructura gramatical perfecta.

El argumento de Rent partió de la famosa ópera La Boheme, de Giacomo Puccini, pero el norteamericano Jonathan Larson situó a sus personajes en un vecindario pobre de Nueva York a fines de la década de 1980 e imprimió al guión las inquietudes propias de esa época.

Aquellos espectadores con una cultura de la sociedad y la música de ese tiempo, comprenderán mejor el valor de lo expuesto por la pieza estrenada en 1996, cuando era un tabú hablar de una muerte por SIDA, y de homosexuales y bisexuales.

De hecho, todavía para algunos sigue siendo un prejuicio y Rent rompe esquemas, defiende ante todo el amor sin barreras de género u otra, alaba la vida, la amistad, la comprensión, y expone la inseguridad social y económica del pedazo de Nueva York que casi nunca aparece en las películas.

Los personajes tratan de vivir sus deseos al máximo porque “no hay más que hoy, no hay más que aquí” y nadie tiene un centavo para pagar el alquiler, afuera es Noche Buena y un coro se encarga de aclarar: pero no aquí.

Merecen muchos aplausos las interpretaciones de Luis Alberto Aguirre como Ángel, Laritza Pulido en la piel de Joanne, Zammys Jimenez en Maureen, Reynier Morales en Collins, Joanna Gómez en Mimi, Arianna Delgado en la madre de Mark y Claudia Mulet en Alexi Darling, la madre de Roger y otros.

Las escenas de Joanne como el Tango Maureen, Vamos bien y O me aceptas o vete, esta última compartida con su pareja escénica Maureen, fueron de lo más logrado de la obra, al igual que el desdoblamiento de Ángel, un travesti enfermo de SIDA que no se cansa de repartir amor.

Apoyo indispensable del musical es la banda de pianistas, guitarristas, un bajista y un baterista, con la organicidad necesaria.

La puesta conseguida gracias a una colaboración entre el Consejo Nacional de las Artes Escénicas de Cuba y Nederlander Worldwide Entertainmet, de Estados Unidos, estará en cartelera hasta fines de marzo de 2015, bajo la dirección artística de Andy Señor, Jr.

Broadway llegó a Cuba con mensajes de respeto, tolerancia, cariño y retos para jóvenes artistas que crecieron sin muchos referentes de un musical, pues la manifestación lleva décadas deprimida aquí, ojalá sea Rent un punto de despegue hacia lo contemporáneo y una puerta de regreso a la tradición.

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