El Timbalaye Cienfuegos 2015, parte del periplo nacional de una acción cultural sin parangón en procura de promocionar un género tan caro a la identidad cubana y en función de avalarlo como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, fue dedicado aquí al aniversario 96 de Benny Moré y encontró expresión rotunda en Rumba Libre, la versión local de dicha idea, encauzada por el proyecto Trazos Libres, dirigido por el artista Santiago Hermes, miembro de la UNEAC.
Los fastos rumberos perlasureños tuvieron la peculiaridad, habida cuenta del carácter multidisciplinario de la obra de Hermes, de mixturar la música y el baile con otras manifestaciones artísticas, en especial las artes visuales. De tal que el certamen dimensionó la expresión del elemento identitario de la cultura patria a partir de una concepción visual renovadora, oscilante de lo tradicional a lo contemporáneo.
La rumba no requiere protección, en tanto ella sabe hacerlo por sí sola, pero sí demanda promoción, cual bien señalara el miércoles en la noche, durante la jornada de clausura del VII Encuentro Internacional de la Rumba en Cienfuegos, el periodista del diario Granma, Pedro de la Hoz, quien asistiera al evento en calidad de vicepresidente nacional de la UNEAC, junto a Orlando García Martínez, presidente de dicha organización en Cienfuegos; el profesor danzario Ulises Mora, creador nacional del Timbalaye, y Arturo Apezteguía, subdirector provincial de Cultura.
Dicha velada final del certamen, frente a la casa del artista Santiago Hermes, núcleo de convergencia de su Proyecto Trazos Libres, constató la labor de esta estructura comunitaria en el afianzamiento de lazos indisolubles entre el autóctono ritmo y el entorno barrial, a través de la imbricación de expresiones que van del propio baile a las artes visuales, en distendido abanico poligenérico.
Hermes, encargado de liderarlo; Mary Cid, la coordinadora de Trazos Libres, y todo el resto del equipo por él comandado, merece el respeto intelectual y popular de Cienfuegos, puesto que están haciendo, y bien, en tiempos cuando cuanto justo falta es eso: hacer en función de preservar nuestras tradiciones culturales, so peligro de elidirlas u obliterarlas entre la avalancha vocinglera de los antivalores y la antimúsica.
Y la rumba, patrimonio inmaterial del reservorio espiritual de la cultura criolla, forma parte del alma de la nación, «es un cimarronaje de los cubanos», para decirlo con las palabras con las cuales la calificó a la prensa, Ulises Mora, quien también consideró de «muy importante» el trabajo de Trazos Libres, a través de una obra general bien concebida y además disfrutada por el pueblo.
Timbalaye, auspiciado por el Ministerio de Cultura, la Asociación Hermanos Saíz, el Consejo Nacional de Casas de Cultura y la Casa de África, en colaboración con Clave de So, Associazione Nazionale di Amicezia Italia Cuba, Gregor Srl, y Rides, convocó en Cienfuegos, entre otros colectivos, a la compañía Identidad (de Bárbaro Montagne), el proyecto Viva DJ, el grupo Rumba Lay (ganador de la beca Timbalaye de la AHS), Obbá Kosó, Obbinisa Aché, Obbá Ngoshe, Ochareo, Los Naranjos y el proyecto de Idania Hernández, D ’Idania y su Son Star; amén de conferencias e intercambios teóricos.
La participación de la UNEAC, la AHS, el Centro Cultural de las Artes Benny Moré y Cultura, entre otras instituciones, resultó básica en la realización de la etapa local del Timbalaye 2015.
(Tomado de Cinco de Septiembre)
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