Tríada protagonista de la Bienal de La Habana

La Habana es una ciudad tomada por las artes visuales gracias a la Bienal 2015. Su curaduría se dirigió a ubicar las piezas, las instalaciones y los performances en espacios abiertos, para salir de galerías y museos y atraer a un verdadero gran público.

Todo es “importante”. Cientos de artistas en decenas de proyectos diferentes en el programa de la Bienal, al que hay que sumar los llamados “colaterales”, tan definidos como Zona Franca en el San Carlos de la Cabaña, estudios Abiertos de decenas de artistas cubanos, y puntuales exposiciones. Y el tiempo, todo mayo y junio.

Tres grandes artistas de la plástica cubana contemporánea han respaldado siempre a la Bienal de La Habana. De Roberto Fabelo se recuerda su instalación Los Sobrevivientes, enormes cucarachas subiendo por la fachada del Museo Nacional de Bellas Artes; de Manuel Mendive su performance Las cabezas en la edición anterior, y Alexis Leyva, Kcho, vio su obra alcanzar gran proyección internacional a partir de su inclusión en la Bienal de 1994.

Donde quiera que muestre su obra esta singular tríada se convierte en protagonista y ahora lo es nuevamente.

Delicatessen, de Roberto Fabelo, en la muestra colateral Detrás del Muro de la XII Bienal. Foto: Juan Diego Nusa Peñalver

Fabelo, Premio Nacional de Artes Plásticas en el 2004, es una de las figuras claves del arte cubano de la década del 70 y uno de los artistas más reconocidos de la esfera contemporánea cubana. Tiene medio centenar de exposiciones personales y participaciones en unas quinientas colectivas en más de veinte países.

En esta Bienal prestigia nuevamente el proyecto Detrás del Muro —que se desarrolla en una parte del malecón habanero, desde La Punta hasta el Torreón de San Lázaro— con la pieza Delicatessen, que hace recordar su gran exposición de esculturas titulada Mundos (2005) en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Además inauguró la exposición Persistencia en Galería ARTIS718. Sus obras evocan un ambiente pleno de sugerencias y erotismo. Con una canción Silvio Rodríguez lo definió exquisitamente. Tan solo tres de las estrofas:

Un mundo de contrahechos
se esparce en la cartulina,
bordado con punta fina
como los pelos del pecho…

Bichejos de rostro enjuto
se asoman a celosías
y carroñeras arpías
prestan garras al retablo,
mientras hace redonda el diablo
del sueño a la poesía…

¿Qué pasión, qué melodía
tocó el corazón humano
para conducir la mano
del sueño a la poesía?

Museo Romerillo de Kcho. Foto: Yander Zamora

El arte del maestro Manuel Mendive, Premio Nacional de Artes Plásticas 2001, es un momento importarte dentro del imaginario caribeño. Casi iniciando la Bienal, regaló un nuevo performance, con body arte incluido, Los colores de la vida, que comenzó en el Anfiteatro de La Habana Vieja, llegó a la Plaza de la Catedral y concluyó en la exposición Energía para el amor y la bondad, en la galería Víctor Manuel.

No le resultó suficiente e inauguró otra muestra en la galería Collage Habana, en el Vedado, y, quizás para retribuirle tanta generosidad, se le otorgó, en plena Bienal, el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de las Artes.

Otra mega-exposición a cielo abierto es el Museo Orgánico Romerillo (MOR) creado por Kcho en esa comunidad habanera con toda la sensibilidad previsible en alguien que a los 25 años se convirtió en el artista más joven de América Latina en formar parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).

Para esta Bienal, en el MORse exhibe la obra de 92 artistas nacionales y extran­­jeros con las más diversas tendencias en las artes visuales: pinturas, grabados, di­bujos, esculturas, intervenciones públicas, performances, grafitis y videos.

En cualquier casa, cualquier calle, cualquier espacio del Romerillo hay arte, así no es de asombrar que en el supermercado Los Marinos se encuentrenobras de grandes de la plástica cubana como Raúl Martínez, Amelia Peláez, Servando Cabrera, Wi­fredo Lam, Rita Longa o Mariano Rodríguez.

Es la idea que dio origen al MOR de Kcho, y, en sus propias palabras, “para mostrar al arte como un artículo de primera necesidad sin el que no podemos vivir y con el que debemos contribuir”.

Tal cual la Bienal de La Habana 2015…

(Tomado de Granma)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categories